(Traducción
Provisoria)
6 de Abril de 2008
Reunión de Ministros de Desarrollo del G8
-
Resumen del Presidente -
Los ministros y altos funcionarios del G8 responsables de la
cooperación para el desarrollo se reunieron en Tokio, el 5 y
6 de abril de 2008, junto con representantes de Brasil,
China, India, Indonesia, Malasia, México, la República de
Corea, Sudáfrica, y del Secretariado de la ASEAN, la
Comisión de la Unión Africana, la OCDE, el PNUD, la UNESCO,
la UNICEF, la OMS y el Banco Mundial. La reunión se celebró
con miras a dar contribución política y apoyo a la 4ª
Conferencia Internacional de Tokio sobre Desarrollo Africano
(TICAD IV), la Cumbre del G8 de Hokkaido Toyako, el Tercer
Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda de Accra,
la reunión de alto nivel de la ONU sobre los Objetivos de
Desarrollo del Milenio (ODM) y la Conferencia de seguimiento
sobre el financiamiento para el desarrollo de Doha.
Reconociendo los desafíos sin precedente que el mundo
enfrenta hoy, reafirmamos nuestro compromiso de fortalecer
nuestros esfuerzos de asistencia para el desarrollo y de
hacer nuestra ayuda más efectiva y resolvimos fortalecer la
asociación entre el G8, así como con nuevos participantes en
la cooperación para el desarrollo. Expresamos nuestra
preocupación de que, según la reciente publicación de la
OCDE/CAD, la AOD mundial en 2007 disminuyó desde 2006 a
apenas poco más de US$ 100 mil millones. Seguimos firmemente
comprometidos a trabajar para cumplir nuestros compromisos
de AOD hechos en Gleneagles, en particular en relación con
duplicar la ayuda a África para 2010.
En nuestros esfuerzos fortalecidos, enfatizamos que el
crecimiento económico debe estar en el centro de cualquier
estrategia exitosa para reducir la pobreza, lograr los ODM y
permitir a los países en vías de desarrollo llegar a confiar
en sí mismos. Compartimos la opinión de que el sector
privado es el impulsador del crecimiento y ofrece la manera
más efectiva de crear riqueza, empleo y prosperidad y puede
complementar la AOD de manera efectiva en el logro de los
ODM. Los empresarios y las pequeñas y medianas empresas en
particular, tienen la capacidad de generar empleo basado en
el crecimiento y la reducción sostenible de la pobreza.
Al mismo tiempo, para realizar la meta de reducir a la mitad
la proporción de personas que viven en la pobreza, el
crecimiento necesita ser inclusivo y sostenible. En este
sentido, reconocemos la importancia de lograr la “seguridad
humana”, que libera a los individuos de diversas amenazas,
tales como la pobreza y las enfermedades infecciosas y los
capacita para alcanzar su potencial, en particular en
estados frágiles y para las personas y las comunidades más
vulnerables.
Hacia un África vibrante
Acogemos con beneplácito las recientes tendencias positivas
en África, tanto en el frente político como económico.
Respetando la propiedad de África de su propio desarrollo,
estamos plenamente comprometidos a apoyar los esfuerzos
africanos para impulsar el crecimiento económico mediante la
integración regional, desarrollando la infraestructura,
mejorando el comercio y el ambiente para la inversión y
aumentando la productividad agrícola. También resaltamos la
necesidad de fortalecer nuestra asociación con el sector
privado para acelerar el crecimiento económico,
especialmente en África. También enfatizamos la importancia
de la paz, la seguridad y la buena gestión pública como
condición previa al desarrollo y particularmente renovamos
nuestro apoyo a los esfuerzos de consolidación de la paz en
África. Esperamos el éxito de la 4ª Conferencia
Internacional de Tokio sobre el Desarrollo Africano (TICAD
IV) a celebrarse en Yokohama del 28 al 30 de mayo de 2008.
La Conferencia presenta una oportunidad para los socios
africanos de involucrarse con la comunidad de donantes. Esto,
junto con la participación de los líderes africanos en la
Cumbre del G8 de Hokkaido Toyako, nos permitirá movilizar
aun más el apoyo internacional para el desarrollo africano.
Expandiendo la asociación para el desarrollo
Estamos animados por la mayor participación de los nuevos
actores en la cooperación para el desarrollo, incluyendo a
los donantes no miembros del CAD, los fondos verticales, las
fundaciones privadas y el sector privado. Reconocemos que
fortalecer nuestra asociación con los nuevos actores
fortalecerá aun más la eficacia y el impacto de toda la
cooperación para el desarrollo. Al fortalecer tal asociación,
compartimos la opinión de que es importante promover la
cooperación práctica y tangible con énfasis en compartir
experiencias y buenas prácticas para fortalecer el impacto
de los esfuerzos colectivos. Tal cooperación debería incluir
el diálogo sobre políticas y la información compartida a
través de foros como el proceso Heiligendamm, y el apoyo
para mejorar la capacidad de implementación de la ayuda de
los nuevos donantes, así como la cooperación sur-sur y
triangular.
El cambio climático y el desarrollo
Compartimos la opinión de que es importante abordar las
dificultades causadas por el cambio climático, que mina el
bienestar de la comunidad mundial. El cambio climático y el
desarrollo están inextricablemente vinculados y deben
tratarse de manera integrada. En particular, es urgentemente
necesario asistir a los países en vías de desarrollo, que
son los más vulnerables a los efectos negativos del cambio
climático, en sus esfuerzos de adaptación. También elogiamos
y expresamos nuestro firme apoyo a los esfuerzos nacionales
constructivos emprendidos por algunos países en vías de
desarrollo para abordar el cambio climático. Acogimos
diversas iniciativas de los países del G8 para asistir a los
países en vías de desarrollo a mitigar y adaptarse al cambio
climático, tales como el Fondo de Transformación Ambiental
anunciado por el Reino Unido, la Asociación Tierra Fresca
del Japón, y los Fondos de Inversión para el Clima
propuestos por los EE. UU., el Reino Unido y Japón en
cooperación con el Banco Mundial. Creemos que la
implementación de estas iniciativas contribuirá a promover
el progreso de la cooperación internacional hacia un marco
flexible, diverso y efectivo post 2012, de acuerdo con el
Plan de Acción de Bali, según el marco de las Naciones
Unidas. En este sentido, reconocemos la necesidad de buscar
la complementariedad del financiamiento, así como la
coordinación de los donantes en el campo.
La seguridad humana y el logro de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio (ODM)
A mitad de camino hacia los ODM, reconocimos la urgente
necesidad de revigorizar nuestros esfuerzos y renovamos
nuestros compromisos de continuar asistiendo al mundo en
vías de desarrollo a lograr estos Objetivos. Reconocimos el
valor de un “enfoque de participación”, en el cual todos los
interesados, tales como los gobiernos, los individuos, las
organizaciones de la sociedad civil, las fundaciones
privadas, las empresas privadas y los académicos de los
países desarrollados y en vías de desarrollo, así como las
organizaciones internacionales, trabajen juntos para
enfrentar los desafíos del desarrollo.
En el sector de la salud, estamos comprometidos a fortalecer
nuestros esfuerzos para abordar las enfermedades infecciosas.
Al mismo tiempo, deberíamos fortalecer los sistemas de salud,
abordando la escasez de trabajadores de la salud y
promoviendo la salud materna, neonatal e infantil, entre
otros. Acogimos el trabajo hecho hasta ahora por los
Expertos en Salud del G8 en el desarrollo de un marco común
para la acción.
En el sector del agua y el saneamiento, resaltamos la
necesidad de promover una buena gestión pública del agua
para el uso sostenible de los recursos de agua e hicimos un
llamado a revisar el Plan de Acción Evian para medir su
progreso. También enfatizamos la importancia de la
capacitación y la creación de instituciones, así como de
acumular y compartir las tecnologías, los conocimientos y
los datos relacionados para un manejo efectivo del agua.
En el sector de la educación, reiteramos nuestros
compromisos con la “Educación para Todos” y reafirmamos
nuestro apoyo a ampliar el acceso a la educación básica y
mejorar su calidad. También subrayamos la importancia de
desarrollar los recursos humanos indispensables para la
consolidación nacional. Con este propósito, es fundamental
desarrollar sistemas de educación bien balanceados y
holísticos, con la debida atención al entrenamiento
vocacional, así como a la educación secundaria y superior.
También reconocimos la importancia de un enfoque
intersectorial, incluyendo la Educación para el Desarrollo
Sostenible (EDS). |